Habana ladra. Somos intrusos y quiere espantarnos de su tierra.
Entramos a la casa.
Mi china echa los cuentos como quien fríe tequeños en aceite: ligera, candente.
Tiene espasmos y detiene sus palabras con esos acordes que lleva en las entrañas.
Danzón cubano. Sabor. Nostalgias.
Sueña que vive en una calle que conoce pero que no es suya.
Mi china camina por su palacio y juega con Habana quien la defiende de cualquier ataque; a toda costa.
Canta sin cantar el amor por su hijo que es una mezcla de aqui y de allá.
Bailamos a que somos ella; pero no somos.
- Mima! Saca a esta gente de aquí oye!!!
Nos despedimos de Habana quien ladra ya sin ladrar. Nos vamos sin querer irnos y queriéndonos ir…
como mi china…
4 comentarios:
simpre leo tus escritos y me facinan .
Permiteme decirte que para la hora en la que escribo te estoy viendo en Globovisiòn, de verdad espero conseguir tu libro y me contenta mucho saber que escritores jovenes siguen llegando al corazòn de los Venezolanos, que bueno que tu libro se agotò! eso es señal de lo agradable que es, mi mama tuvo cancer (quiero regalarle tu libro) y se lo que se siente estar de cerca al abismo, Exitos y continua asì! espero algùn dia poder publicar un libro y llevar alegria o por lo menos un respiro de aire fresco despues de la tormenta a las personas de mi pais, asi como haces tu.
Mi nombre es…, bueno creo que a estas alturas las presentaciones sobran, digamos que mi nombre suena igual que el tiempo pasado, bueno creo yo que suena como añejo, como el casabe de la abuela que tiene ya 1 semana en la cesta. Si en la misma cesta donde guardó las enseñanzas que me dio. Pero, de igual forma esta sociedad nos enseña a tener nombre, a tener una etiqueta desde que nacemos hasta que tomamos el metro hasta el lugar que la religión o la filosofía que practiquemos nos diga. El nombre una palabra más pero con mucho más peso porque es lo que define a la persona, ahora en este país perdimos la idea de lo que es el nombre ya no identifica a la persona sino que simplemente sirve para llamar a alguien, ya no existen esos Facundo, Segundo, Policarpio, Onesimo y pare usted de contar que siempre tenían un significado, se los trago la moda, si es que ya eso no se usa, ahora están de moda todo lo que termine en gerundio y demás, Maryerling, Tisubyring, Yainerexsi y asi pare de contar me imagino que surgen de las combinaciones de los nombres de todos los miembros de la familia.
De igual forma mi nombre, huele a historia, me llamo Moisés, nombre que a decir verdad no significa nada porque es una transliteración del nombre hebreo Moshe, sí el de la biblia realmente se llamaba Moshe, y este ultimo es el que verdaderamente significa “sacado de las aguas” y bueno con este nombre que me pertenece que es lo único que puedo llamar realmente mío, que es lo único que nos llevamos al partir de este mundo, la insigne posesión del ser, su nombre. El mismo que algunos buscan ponerlo en alto, otros que no se lo menosprecien, y otros que ni se lo nombren. Me presento.
Que broma hombre con el nombre.
En este sentido no te escribi para hablar de nombres, sino para decirte que aunque no soy actor vivo una novela diaria, que aunque no tengo la cara de actor vivo un romance al mejor estilo de padrón, que aunque no se nada de cámaras ni de televisión, he visto como a veces el mundo se pone chiquito como una pantalla de tv. Ser actor, sueño que aunque tengo 24 años siempre desee, que obviamente no abandone pero que siempre ejercí. Actué el dia que me gradué de abogado para aguantar las ganas llorar, cuando a la fiesta privada que hicimos para los dos fue toda la familia de mi novia y de la mia no fue nadie. Actué cuando a veces no había comido en todo un día en la universidad por falta de dinero y llegaba a la casa y me decía que no me habían guardado cena, y decía que ya había comido. Actuar o mentir, algunos piensan que es lo mismo y pues no es así. La actuación es el sublime arte de ejecutar una personificación, de hacerse propia una situación y ejecutarla. Mientras que mentir, pues es el arte de decir la verdad tergiversada. Ambas artes pero no iguales. Aunque en mi caso se fundían de tal manera que parecían unirse en un abrazo meloso como el que se dan los novios cuando van al zumbador en el Tachira o en la Colonía Tovar.
Admiro tu profesión y admiro este arte. Que aunque estamos distantes entendemos los puntos.
Doy gracias a creador del universo que existe personas que aun escriben, que aun expresan, que aun actúan, y que aún tienen nombre. Gracias Daniela.
P.S: Tu que tienes las posibiliades de hacer cortometrajes algún dia acuérdate del nombre, de tu nombre y su nombre. Cortometraje. Nombre.
23/02
Cerca de ti forever...dime algo..
The Shadow
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