7 dic. 2008

La Visita

Habana ladra. Somos intrusos y quiere espantarnos de su tierra.
Entramos a la casa.
Mi china echa los cuentos como quien fríe tequeños en aceite: ligera, candente.
Tiene espasmos y detiene sus palabras con esos acordes que lleva en las entrañas.
Danzón cubano. Sabor. Nostalgias.
Sueña que vive en una calle que conoce pero que no es suya.
Mi china camina por su palacio y juega con Habana quien la defiende de cualquier ataque; a toda costa.
Canta sin cantar el amor por su hijo que es una mezcla de aqui y de allá.
Bailamos a que somos ella; pero no somos.
- Mima! Saca a esta gente de aquí oye!!!
Nos despedimos de Habana quien ladra ya sin ladrar. Nos vamos sin querer irnos y queriéndonos ir…
como mi china…

27 oct. 2008

NADIE













¿A donde van las espinas y la corona en la frente?
¿A dónde van las bombas y los cuchillos?
¿A dónde las balas?
Perdido, perdida.
víctimas y victimario.
¿A dónde van las lágrimas; los gritos; los silencios contenidos?
Castigos, luchas, penas.
¿En dónde calabozo gigante de penas ha de parar?
¿En dónde cazuela de entrañas y dolores entremezclados?
¿Quien recoge los restos?
¿Quien se aprovecha?

Miro hacia arriba titiritero!
Te veo.
Veo mis hilos atados a tu mano destino
y me quejo de mi suerte esclava.
Hasta que un día, hago un esfuerzo inaudito
y saco de mis dolores y tormentos
la tijera titánica del desafío.
Corto. Stop.

Recojo mis restos y mis lágrimas
Hago la cazuela: mi cazuela.
Recojo mis castigos, mis luchas y mis penas.
Aprovecho.
Exprimo el nectar de mis padeceres
y en vez de regalarlos al viento
cosecho con ellos mis escaleras.
Quién me lo impide?
Después de cortar los hilos: nadie.

11 sept. 2008

TIEMPO RARO


Vengo del pensamiento y de la fantasia
donde te cuelas ficticio; irreal.

Vengo de lo inasile porque así deseo más.
Trasporto el escalofrío y las sonrisas
a este mundo y siento
como si estuvieses allí.

Te digo la palabra perfecta
Y te invito con el gesto ideal, preciso.

Te beso y me besas
y no hay besos posibles más que los de mi cabeza.

Te miro en este mundo;
me miras y nada. Nada.

Sin sospechas, te acercas como cualquiera,
sin intuir que aquí hay historia,
hay pieles y palabras
y anhelos y risas
y llantos y atardeceres … y hay tanto!

Me despido, te despides
y nada; no hay nada.

Busco rápida la soledad
para encontrarme con tu holograma,
para encontrarme con tu sonrisa
y con mi llanto lleno de dichas; lleno de nosotros.

Elijo el vuelo; el escenario controlado.
Elijo lo posible auque sé
que al verte de nuevo en este mundo,
caminaremos sobre las tablas del vacío.