23 mar. 2006

"CHOQUE DE MASAS" o "Noticias de Anti-Periodico"



Caracas, 12 de Abril del 2002

Los brazos de Julia se hunden en las mangas de una franela negra con letras blancas en el pecho. Con sus dos manos recoge el último mechón de cabello y lo une en una sola cola tensa y hacia atrás. Se mira unos segundos frente al espejo y después de un momento se despoja de la cadena de oro que le guindaba en el cuello.

Los ojos de Mejías se ven en un trozo de espejo pegado a la pared que sólo muestra la mitad de su rostro. Sus dos manos anudan con fuerza una cinta tricolor alrededor de la frente. Registra en uno de los bolsillos de su pantalón viejo y desteñido y finalmente saca unas monedas de las cuales una ha quedado con la cara de Bolívar boca arriba.

Julia termina de enrollar una gran tela blanca con letras negras en el centro, vuelve la mirada al espejo y comprende que está lista: vestida de negro, con la pancarta en la mano, el celular a un lado de la cintura y una seriedad infinita.

Mejías termina de ponerse una franela roja, coge una bandera entre sus manos y se persigna ante un pequeño altar improvisado que se encuentra en una esquina de la habitación. Está listo: quinientos bolívares en el bolsillo, cinta en la frente , bandera en mano y el odio enredado entre los ojos.

Entre una multitud , Julia extiende su pancarta y canta una canción que no es canción sino una frase repetida que casi tiene melodía. Todos , al igual que ella, visten de negro y en conjunto se desplazan como una espesa masa de petróleo.

Mejías grita con todas sus fuerzas consignas inteligibles que se mezclan con el sonido de los pitos y otros gritos que gritan con la misma euforia. Todos siguen , casi corriendo, casi nadando sobre el fervor de una impetuosa ola de fuego.

Aquella espesa masa de petróleo y la impetuosa ola de fuego se encuentran finalmente; se entremezclan entre chispazos que arden de violencia , se revuelcan, se odian, se matan , suben y bajan como la lava de un volcán. Sudan. Todos sudan . Todos gritan y se empujan. Unos odian a los otros por creer en lo que creen y otros odian a los unos por ser lo que son. Julia grita de un lado y Mejías empuja del otro y allí , sólo allí , cuando los dos se hallaron enfrentados , hubo un segundo , menos de un segundo , un tiempo intangible e indecifrable en donde ambos se miran directo a los ojos, callados , en silencio , como si la vida y la gente se paralizaran durante ese instante y sólo ellos dos pudieran moverse, ver , respirar. Se acercan lentamente , se miden en silencio, se miran completamente. Están cerca , uno frente al otro, contemplándose , parsimoniosos. Con movimientos relentados y sumergidos en un estupor, se funden en un abrazo tibio. Julia llora y Mejía la separa un poco para besarle la frente , besarle los ojos, tomarse sus lágrimas; el negro y el rojo se vuelven , por ese momento , un sólo color...

...el tiempo vuelve y ahora los gritos se confunden con los disparos. Negros y rojos caen como fichas de dominó , unos tras otros , desplomados sobre el suelo. El cuerpo de Julia ha quedado sobre una acera, extendido, boca arriba y hacia el sol. El de Mejías reposa de lado , torcido y empapado de sangre. Los dos, en aquel campo de batalla, lejos el uno de otro , yacen muertos en cada espacio.

Julia y Mejías, allí , frente a los ojos de quienes ignoran que hubo un momento en el que sus colores se hicieron transparentes y sus consignas un sólo canto de patria, un sólo tono inquebrantable...fuerte...unido...

"La Especie mas Avanzada" (Fotografia cortesia de Enio Escauriza)




Somos moscas. Somos moscas que dan zumbidos y que tropiezan entre unas y otras sin ningún sentido. Somos moscas: pululamos. Somos moscas de máquinas, moscas alrededor del muerto, de la comida , moscas ante la fama, moscas zombis ante las ideologías... moscas torpes. Moscas ciegas, moscas creídas. Moscas que sisean salmos entre paredes de vitrales y cruces. Moscas que ruegan dejar de ser moscas podridas: dejar de ser moscas. Moscas que luchan por ser la mas mosca-plástico; la mas mosca de todas. Moscas que matan por ceros de papel verde, por paquetes, por plástico y envolturas: moscas que se matan entre sí sin saber por qué. Moscas enchufadas por cables, moscas dirigidas. Moscas que no usan las alas... moscas torpes... moscas que no vuelan...

"El Simulador"


Mares de verdor que suben
en una ola apacible y tranquila: imponente.

Mares de verdor que amenazan con derramar
sus hojas de huracán sobre la ciudad.

Allá! a lo lejos, pequeña,dominable:
Caracas! allá estás!

He llegado al simulador de la cima del mundo.
He llegado al simulador de la cima de mi vida.
Y aquí estoy: respirando...viva

Henos todos subiendo al simulador del cielo
Henos todos siendo ángeles libres,
siendo ángeles muertos.

Cuna mía! Valle mío!
Cerro mío! Verde mío!

Me abrigas , me abrazas,
me estrujas, me besas.
Me entregas, me empujas,
me aceptas, me estrechas.

Te devuelvo mi risa seca:
mi mente seca, mi cuerpo seco,
mi vida seca.

Permíteme nacer de tí y ser de nuevo

Templo mío! Maravilla mía!
Tierra mía! Ávila mía!

"El Duende"




Él:un personaje fugaz
que pasa por la vida de cualquiera
pero no como cualquiera.

Es ron, es niño,
es volcán y es lluvia.
Es un mes metido en un segundo...
...comprimido.

Él, que disfrazado de adulto
convierte su experiencia
en puro malabarismo
con el que juega y sufre.

Él: el genio, el loco,
el que no es de aquí.
Él ,mate, él, marihuana, él, nube,
él, tiempo, él, espacio.

Un huracán devastador
que intenta ser viento y que no puede:
un cuarto repleto siempre a punto de estallar.

Él,azúcar, miel,dulce...

Un día me senté a verlo
como quien mira a alguien
que es de otra especie,
de otro género.

Y así llegó:revolviendo y desarmando
construyendo y destruyendo
apostando verdades como fichas de Pocker

Ama ansioso...obsesivo...vibra...

Él, el padre
un mendigo
un torpe
un ángel

Un día me senté a verlo
como quien ve a un triunfante de la vida,
a un viajero, a un aventurero,
a un ganador de segundos y de momentos.

...un acento impregnado...un recuerdo...

Parte y deja su estela
amarrada a las muñecas
de quienes conoce

y está allí siempre:
activando pasiones, expirando su humo,
promoviendo la risa, encendiendo cerebros,
enseñando los trucos...como un mago...
...como un duende...

"El Pana Maiky"






Con el tumbao de un Pedro Navaja torcido y la negrura curtida hasta los huesos, viene Maiky caminando por la calle de las luces. A lo lejos, es rugido de un camión de basura; mas de cerca es motor de una moto oxidada, y aquí y de frente, es voz de locutor AM mal sintonizada. Sus palabras se atropellan rápidas, y se repiten y se atropellan rápidas nuevamente. Maiky es el esqueleto de un maniquí quemado que asoma sus formas en la camiseta blanca sucia y los collares de santero. Se acerca a pedir dinero con su voz de trueno que solo auyenta . Maiky va y viene , caminando por la misma calle como alma en pena. Dicen que tiene en el cuerpo la marca de catorce tiros, nueve cortadas de puro intento fallido y el coco fundido en la piedra. Maiky no tiene hambre, no tiene sed; él quiere piedra. Cuando le preguntan qué quiere de cumpleaños Maiky cierra los ojos y alucina con una piedra gigante envuelta en un lazo dorado . Luego los abre si le das unas monedas , y te canta una guaracha como rocola de tasca mugre. Maiky quiere morirse pero no puede; él no está vivo. Lo que ve la gente (y no lo saben; lo terrible es que no lo saben) es a un espíritu penante y maldito que ha quedado preso en la misma calle. Lo que ven es la sombra de lo que se quiso y no se pudo.
Un humo, un aire podrido, un loco fingido o un diluvio negro o el bicho de la cuadra o el pana Maiky.

"UN DIA EN LA PELUQUERIA"



Yo ahí; en medio de aquello, viéndolo todo como bicho raro que sale de los suburbios por vez primera, como si alguien me hubiese recogido de la calle mugrienta y sucia para transformarme en “eso” que ahora soy MI y soy YO. Las miro con mirada que para mí es de curiosidad y que para ellas ha de ser de desprecio. Pasan una lista con los nombres de las que allí están y cada una ,en su turno, se levanta y confiesa lo que ha comido en el día como en un grito de escuadrón o en un “¡presente!” escolar. Las que comen menos se vuelven las consejeras y las que comen mas se vuelven las enfermas y así, unas atienden a las otras. El salón es blanco y está dividido en extraños cubículos de atención: hacia un lado, hay un carrito con miles de frasquitos de colores que las de bata blanca usan para recompensar a las que cuentan la vida de otros como se recompensa a las focas después de hacer una pirueta. Del otro lado, como en un acto de penitencia, una mujer le jala el pelo a otra con un aparato negro que castiga y echa humos por la boca y mas acá (porque es acá donde estoy YO y estoy MI) la de blanca me exprime la cabeza para sacarme las ideas de loca y callejera. Me resisto, pero luego me anestesian los sesos y quedo a merced de quien me condena: no pienso. Con un menjurje de color me trasplantan una cabeza nueva con ideas limpias y perfectas y entonces comienzo a escuchar sus voces de espejo. Desde el cubículo de los frasquitos de colores ,una de las clientas , a quien le ponen manchitas rojas en los pies, me sonríe compasiva como diciéndome que todo va a estar bien , que ya ella ha pasado por todo esto. Y es entonces cuando mi garganta se vuelve seca y mis manos se retuercen catatónicas y pasmadas : “eso” que ahora soy YO me sonríe benevolente desde ese otro mundo que sólo se ve en los espejos. Actúo con naturalidad, como si aquello fuese cosa de todos los días, caminando como si caminara en un terreno firme que me hace segura de mí misma... MÍ me alejo de YO lentamente, sin compasión, sin lástima de dejarme ahí , presa eternamente con otras que como yo, han quedado con las manos retorcidas y pasmadas... MÍ pago la cuenta a la cajera y YO quedo aquí castigada sin saber por qué. MÍ me deja y vive esa vida que se vive afuera. YO, como las que están aquí atrapadas, me quedo a vivir la vida eterna de los espejos...